Te explicamos cómo limpiar puertas y ventanas de aluminio para mantenerlas en perfecto estado, como si fueran nuevas.
El aluminio es un material ligero, resistente y muy versátil. Con él podemos fabricar desde un armario de exterior hasta una división de oficina. Su calidad es muy alta, pero para conservarlo como nuevo debemos limpiarlo correctamente.
Limpiar puertas y ventanas de aluminio: ¿necesito un producto especial?
El aluminio es muy fácil de mantener y limpiar:
- Si quieres que tus ventanas y puertas conserven intactos sus acabados, el único cuidado que debes tener es no utilizar elementos que puedan arañarlo.
- Si has hecho obras y han caído gotas de pintura sobre los marcos, te recomendamos retirarlos con una espátula. Sin hacer fuerza, con cuidado.
- Si tiene manchas más resistentes, puedes utilizar una mezcla de alcohol, agua y vinagre blanco.
En el mercado existen soluciones especiales para limpiar el aluminio, pero para el mantenimiento habitual basta con agua y jabón:
- Utiliza agua y jabón suave y aplícalos con una esponja.
- Si quieres puedes pasar una bayeta limpia, o un papel de cocina, previamente para limpiar la ventana o la puerta. El objetivo de esto es evitar que, al usar la esponja, arrastres elementos puntiagudos que puedan arañar la ventana.
- Frota suavemente con la esponja y la mezcla de agua y jabón.
- Seca la superficie, una vez esté limpia, con un paño.
La parte del papel es especialmente importante al limpiar puertas y ventanas de aluminio de colores oscuros, como negro o marrón, donde los rayones se ven más.
¿Y si se trata de correderas o deslizantes? ¿Y si tienen persianas?
En ese caso, el problema lo presentan los rieles, que son menos accesibles que los marcos.
- Te recomendamos que los limpies con un cepillo de dientes. También existen cepillos especiales.
- Empolva el riel con bicarbonato de sodio y vinagre de limpieza. Déjalo actuar unos minutos y frota con el cepillo mojado en agua.
- Retira con un paño húmedo.
Si tus ventanas o puertas también tienen persianas, puedes limpiarlas con un producto limpiacristales. Porque no, este producto no solo vale para los cristales.
Lo más importante es que te olvides de las soluciones con químicos abrasivos pues, en el caso de los marcos blancos, podrían amarillear el aluminio.
También puedes utilizar una mezcla de bicarbonato y jabón, e incluso pasta de dientes, para las manchas más resistentes. Aplícalo ayudándote de un papel seco y frotando con movimientos circulares.
La mejor forma de limpiar puertas y ventanas de aluminio es con agua y jabón, especialmente cuando se trata de un mantenimiento habitual frente a manchas de polución, polvo, etc. No obstante, si tienes alguna duda, consúltanos siempre para darte las mejores soluciones.